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En un mundo ideal, el escenario perfecto sería aquel en el que las empresas pidieran productos y servicios y los pagaran correctamente, dentro del plazo previsto. En la práctica, sin embargo, sabemos que no es así.

Por diferentes motivos, muchas empresas y clientes acaban incumpliendo sus compromisos y provocando molestias e impases en las negociaciones, lo que lleva a una situación temida por muchas personas: las obligaciones financieras pendientes.

¿Quiere saber más sobre este tema, cómo afecta a las empresas y cómo evitarlo? En este artículo le explicaremos un poco más al respecto. ¡Compruébelo!

¿Qué son las obligaciones financieras?

Una obligación financiera surge cuando una empresa registra en las agencias de información crediticia una deuda que no ha sido pagada por otra empresa en una negociación. Esta información se registra en una base de datos durante cinco años después del vencimiento de las obligaciones.

Hay que tener en cuenta que son diferentes de los protestos, que es cuando una persona o empresa no paga un valor y se registra en una Notaría de Protestos. Las obligaciones financieras tienen como objetivo impedir la concesión de créditos a las empresas morosas, mientras que el protesto tiene como objetivo cobrar las deudas exponiéndolas oficialmente.

¿Cómo afectan al negocio?

Las obligaciones financieras pendientes afectan a ambas partes. Para el deudor, el registro de la obligación pendiente dificulta la obtención de crédito, lo que, en caso de necesidad, puede ser fatal para la supervivencia del negocio.

En cuanto a la empresa que no recibe la cantidad debida, el riesgo es el impacto en el flujo de caja y en la salud financiera, además de ser un impedimento en la búsqueda de un futuro saludable.

¿Cómo se pueden evitar las obligaciones financieras pendientes?

Pueden surgir varias pérdidas con las obligaciones financieras pendientes, pero es posible evitarlas. Compruebe cómo lograrlo a continuación.

Compruebe si hay obligaciones pendientes en las instituciones antes de cerrar el trato

Para las empresas que no quieren verse perjudicadas por las empresas deudoras, siempre es aconsejable realizar un análisis previo antes de hacer negocios. Compruebe si hay obligaciones financieras pendientes registradas en las agencias de información crediticia, y sólo tome la decisión de celebrar un contrato tras un análisis exhaustivo.

Establezca una política de crédito

Establecer los deberes de la empresa de forma normativa es siempre una buena opción para organizar los procesos. Por lo tanto, establezca una política de crédito con normas específicas.

Una buena práctica es no conceder nunca créditos ni proporcionar productos a nuevos clientes. Además, dé prioridad a conservar a los socios comerciales de confianza cuyo pago esté asegurado.

Aprenda a negociar

Este consejo es valioso tanto para los que no han recibido el dinero como para los que están endeudados. Al fin y al cabo, como hemos comentado, las obligaciones financieras pendientes son malas para ambas partes implicadas.

Por ello, saber negociar y llegar a un consenso puede ser una gran solución para evitar inconvenientes. Siempre es bueno tener en cuenta que no todo el mundo deja de pagar de mala fe, y que una buena relación e intermediación son esenciales en las conversaciones.

Supervise la información diariamente

También es esencial estar siempre al tanto de las obligaciones financieras pendientes y de los contratos con los proveedores. De este modo, será más fácil identificar rápidamente cualquier pago que aún no se haya realizado y que esté pendiente. Como resultado, será posible resolver los problemas rápidamente.

¿Cómo puede la tecnología ayudar a prevenir y controlar las obligaciones financieras pendientes?

Para algunas de las cuestiones que hemos mencionado, la tecnología puede ser un gran aliado. Al fin y al cabo, actualmente existen completos programas informáticos que ayudan a centralizar los datos y la información, permitiendo un mejor seguimiento y asertividad en la toma de decisiones. Estas herramientas también envían alertas sobre el vencimiento de los contratos y las deudas, lo que facilita mucho el seguimiento diario.

Con las cifras y los datos que estas herramientas son capaces de recopilar en la mano, es posible tener una mejor visión general del negocio y de las obligaciones financieras de proveedores y clientes. Son magníficas para ayudar a las empresas con deudas derivadas de dificultades de gestión, o a aquellas cuyo flujo de caja se está viendo afectado porque desconocen el origen del impago.

¿Tiene curiosidad por saber más sobre cómo pueden ayudarle estas herramientas? Entonces consulte nuestro artículo sobre la importancia del software para controlar los costes y la rentabilidad de su empresa.