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Alcanzar la excelencia en la gestión financiera es ciertamente una tarea complicada. Después de todo, ¿Cómo puede manejar perfectamente todos los conceptos involucrados? ¿Es posible adquirir todo este conocimiento y aplicarlo al trabajo diario?

CAPEX y OPEX son ejemplos de dos acrónimos que pueden hacer la diferencia en este sentido. Para entenderlos mejor, sus atributos y cómo usarlos en su empresa, ¡Continúe leyendo!

CAPEX y OPEX: ¿Qué son?

El acrónimo CAPEX se deriva de la expresión “Gastos de Capital” y, por lo tanto, se desarrolla a los gastos e inversiones asociados con bienes físicos. En otras palabras, es todos los bienes comprados por la empresa.

OPEX, por otro lado, significa “Gasto Operativo”. Por lo tanto, se relaciona al costo relacionado con las operaciones y servicios.

En términos generales, comprar un carro para una empresa sería considerado como un CAPEX. un CAPEX. Por otro lado, un gasto único por servicios de transporte se clasificaría como OPEX.

Una cuidadosa distinción entre estos es una buena forma de definir y analizar el KPIs de su negocio, ya que esto ofrece una visión más profunda de los gastos de la empresa, lo que ayuda al control financiero de su firma.

CAPEX y OPEX: ¿Cuáles son las diferencias?

En general, la mayoría de los costos anuales de una corporación son gastos operativos. Por lo tanto, la reducción del OPEX debe ser uno de los objetivos de la administración, siempre que esto no comprometa la calidad de los productos y/o servicios que ofrece.

Un punto que debe enfatizarse es la diferencia entre la forma en que se gravan estos dos tipos de gastos. Como la vida de un CAPEX generalmente se extiende más allá de un año fiscal, se debe usar la amortización y la depreciación para redistribuir este costo. Por el contrario, los gastos operacionales se pueden deducir de sus impuestos durante el año fiscal en que tienen lugar.

Dominar estos dos conceptos es fundamental para la planificación estratégica de una empresa, ya que la opción de invertir en un bien físico puede comprometer el flujo de caja de la misma. Los costos operacionales, por otro lado, pueden volverse excesivos en el mediano plazo sin ofrecer ningún rendimiento financiero.

¿Cómo utilizarlos para optimizar su negocio?

Primero que nada, usted necesita considerar la situación del capital de trabajo de su empresa. Una limitación en estos términos podría obligar a su empresa a optar por un OPEX, dado que presenta una inversión inicial más pequeña y además deducible de impuestos.

Sin embargo, no todo es así de simple, y es por eso que usted debe analizar sus demandas pasadas y futuras. Invertir más en OPEX es algo que parece bueno en su momento, pero esto no significa que el CAPEX sea una mala idea.

Para saber cuál de las dos opciones, CAPEX o OPEX, se ajusta mejor a su empresa, es necesario calcular cuánto costará cada una de ellas y, en función de los montos, decidir cuál es la mejor opción. Es importante recordar que lo más barato no siempre es lo mejor: lo que realmente se debe tener en cuenta es el costo-beneficio.

El método para analizar el costo de cada operación es el Costo Total de Propiedad (TCO).

¿Qué es el TCO y cómo calcularlo?

El costo total de propiedad es un método para evaluar los costos directos e indirectos de un producto o servicio en particular a lo largo del tiempo. Tiene en cuenta tanto el precio del producto como su costo de mantenimiento.

Los índices CAPEX y OPEX se calculan de manera diferente. ¡Siga leyendo y aprende más!

Cálculo del CAPEX

En el caso de CAPEX, es necesario observar en el balance de la compañía las variaciones que ocurrieron durante el período de un año, luego aplicar la fórmula: CAPEX = variación en los activos durante el año – variación en los pasivos durante el año.

Digamos que una empresa tenía $2 millones en activos en 2017 y $3 millones en 2018, por ejemplo. Así, la varianza fue de $1 millón. De la misma manera, si los pasivos en 2017 fueron $500 mil, y en 2018, $600 mil, la varianza es de $100 mil.

Por lo tanto, con los datos presentados, tenemos: CAPEX = $1 millón – 100 mil = $900 mil.

Cálculo del OPEX

El cálculo de OPEX es aún más fácil: simplemente sume todos los costos operativos de la empresa en un período de tiempo determinado. Normalmente se utiliza el período de 1 año. Según estos costos, es posible identificar qué modelo es el más adecuado para su empresa.

Como mencionamos, es importante recordar que solo un costo inicial más bajo no es un buen criterio de elección. Es importante pensar en la escala que tendrán estos precios a lo largo del tiempo y si la empresa tiene suficiente efectivo para mantenerse hasta el retorno de la inversión, en caso de que se retrase.

CAPEX u OPEX: ¿Cuál es más adecuado para las TI de su empresa?

Con el auge de la tecnología, nuevos productos y servicios emergen cada día en el sector de TI. A medida que avanza la transformación digital, este proceso de renovación tiende a ser cada vez más rápido. Uno de sus efectos es que el hardware y el software se vuelven obsoletos en períodos de tiempo cada vez más cortos.

Teniendo esto en cuenta, el CAPEX podría ser una mala opción dado que la inversión en instalaciones de TI requiere una gran cantidad de capital, y el retorno de este capital invertido exige tiempo.

A medida que la tecnología avanza a un ritmo más rápido, es posible que se necesite invertir en nuevos equipos y software antes del retorno de la inversión. Además, el futuro de la empresa se tiene en cuenta cuando se planifican las inversiones en TI de la empresa.

Por lo tanto, hasta que alcance este nivel planificado, que puede llevar tiempo, una buena parte de los recursos adquiridos estarán inactivos. En el contexto actual de las empresas, en el que las actualizaciones son necesarias en cortos períodos de tiempo, OPEX es una solución más interesante para el departamento de TI.

Entre sus ventajas podemos mencionar:

Por supuesto, cada empresa tiene sus propias particularidades, pero en general, OPEX es la solución que mejor se adapta al departamento de TI de una empresa. Una vez que conoce los conceptos de CAPEX y OPEX, puede decidir qué modelo es el más adecuado para cada departamento de su empresa y, de este modo, aumentar su eficiencia.

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